Impresionante vídeo porno en el que un sacerdote depravado se folla a la puta de su feligresa en el confesionario. Si señoras y señores, ¡blasfemia!, el sacerdote de esta iglesia esconde bajo su habito una fiera sexual que aprovecha los momentos de debilidad de sus feligresas para follarselas y tratarlas como a perras en celo. El hombre las escucha con paciencia y cuando ve la oportunidad las promete el reino de las cielos a cambio de una buena mamada de polla, y cuando estas putitas de fe ya tienen el sabor a polla en sus labios son presas fáciles para tener sexo duro…
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