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Una esposa liberal embarazada tiene todo preparado para probar suerte en eso de grabar porno con cámara oculta. Dice que su marido es un señor mayor y que son liberales, así que no tiene problema en follarse al repartidor de pizza. Su esposo viaja mucho y ella está acostumbrándose al consolador, pero ahora quiere algo más. Cuando llega el repartidor le camela para hacerle una mamada y luego se pone en la mesa bien abierta con la intención de que le clave la polla de forma salvaje. El pizzero no se corta por mucho que ella esté embarazada, incluso le da más fuerte sabiendo lo salida que está.
